Caminar en la arena, sentir el agua de mar en la orilla acariciar tus pies, relajarte bajo el sol… lucir ese vestido de baño que compraste hace tiempo y aun no estrenas. Todo esto, lo creas o no, contribuye a la salud mental. En esta ocasión revisitamos los beneficios de ir a la playa, sobretodo debido a los dos elementos que son constantes en dicha aventura, el sol y el agua del mar.
La vitamina D es esencial para la absorción de calcio, lo que fortalece nuestros huesos. La vitamina D2 la podemos obtener de alimentos, mientras que la vitamina D3 únicamente podemos obtenerla a través del estímulo producido por los rayos del sol. Y que mejor manera de dotarnos de una buena dosis, ¡que yendo a la paya!
Y ya que hablamos del sol, puedes matar dos pájaros de un tiro ya que tomar el sol también está relacionado con las defensas. Al exponernos a los cálidos rayos de sol de forma prudente, conseguimos aumentar el número de glóbulos blancos, tanto neutrófilos como linfocitos. Estos conforman la defensa del organismo y te ayudan a prevenir enfermedades respiratorias o infecciones. Otros estudios también afirman que exposición al sol regula el metabolismo y ayudan a una correcta secreción hormonal. Imagina, ir a la playa simplemente nos hace funcionar mejor.
Otro elemento, imposible de ignorar, en un viaje a la playa es el agua de mar en sí, la cual es rica en sales minerales, yodo, potasio, magnesio y zinc, por lo que es un potente regenerador de la piel. La acción antibiótica y antiséptica facilita la cicatrización, dato que ya habrás notado si te diste un chapuzón con algún rasguño provocado recientemente. En tu próximo viaje a la playa deja que la arena húmeda actúe como un exfoliante natural, aplícatelo en la piel unos minutos y listo. Un tratamiento de Spa muy fácil de conseguir.
En nuestra primera parte de este artículo, Conoce los Beneficios de la Playa, te dimos razones de salud corporal y de mejoras en el estado físico como los mejores motivos para nadar en el mar. A ellas agregamos la recuperación muscular y de ciertas lesiones como ventajas adicionales para considerar al momento de evaluar ir a la playa. Un último beneficio que no podemos dejar pasar, y que seguro puedes corroborar si eres un entusiasta de los viajes a la playa o vives en la costa, es la gran ayuda que la brisa de mar y el agua salada proveen para la limpieza los conductos nasales y respiratorios.
Un último punto que deseamos resaltar del agua marina recae en la presencia del magnesio y sus propiedades de relajación, que consecuentemente regulan el estrés.
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