De crujientes a tiernos, solos o como guarnición, con carne o mariscos, ¡los dominicanos saben cómo aprovechar al máximo los plátanos verdes!
Antes de entrar en detalles sobre las deliciosas maneras en que se puede comer esta fruta tropical, es importante señalar que los plátanos verdes que se utilizarán son los más almidonados, que crecen hasta 30 centímetros de largo y no se deben comer crudos. También son conocidos como “Plátano Macho”, y no debemos confundirlo con la conocida banana, la cual se come madura y no requieren cocción.
Los tostones son sin duda el plato más fácil de conseguir cuando se come fuera de casa en la República Dominicana, ya que a menudo se ofrecen como guarnición para complementar el pollo, el cerdo, la carne de res o el pescado. En muchos otros países de América Latina, también se les llama «patacones». Hacerlos es bastante fácil y requiere muy poco. Simplemente pela los plátanos verdes y córtalos en trozos de una pulgada. En una sartén con aceite caliente, sofríe los trozos y luego retíralos de la sartén para aplastarlos. Devuélvelos al aceite caliente para terminar de cocinar. Cuanto más fina se haya aplastado la rebanada, más crujiente quedará.
El Mofongo surgió de la inspiración en la cocina africana, y sus orígenes caribeños son a menudo un tema candente de debate entre puertorriqueños y dominicanos. Su preparación es más elaborada que la anterior, y comienza con la fritura de trozos de plátano verde que luego se machacan con ajo y chicharrón. Se recomienda utilizar un mortero para esto. Posteriormente se usan las manos para darle forma de bolas a la masa. Hay muchas formas de preparar mofongo, pero puedes consultar nuestra receta de forma rápida y sencilla.
El puré de plátanos verdes, o Mangú, puede bien ser el desayuno dominicano por excelencia. A menudo se sirve con mortadela frita o “salami”, queso blanco frito y huevos fritos. Las adiciones “fritas” pueden variar, pero generalmente son tres ya que el desayuno se llama “Mangú con los tres golpes”. Como habrás adivinado el plato no es “ligero” en más de un aspecto, pero el sabor está más que garantizado.
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